Ciudad del Vaticano, 12 Dic (Notimex).- El Papa Francisco calificó hoy a la trata de personas como una “vergüenza” y un “crimen contra la humanidad”, que destruye a las víctimas amenazando el futuro de sociedades enteras.
El pontífice elevó su voz a favor de quienes son víctimas de esta “nueva esclavitud” en un discurso que pronunció al recibir las cartas credenciales de un grupo de nuevos embajadores acreditados ante la Santa Sede.
“Se habla de millones de víctimas, (traficadas) como mano de obra y de explotación sexual. Todo eso no puede continuar: constituye una grave violación a los derechos humanos de las víctimas y una ofensa a su dignidad, además de una derrota para la comunidad mundial”, advirtió.
“Juntos podemos poner fin a este horrible comercio. Debemos unir las fuerzas para liberar a las víctimas y para frenar este crimen cada vez más agresivo, que amenaza los valores fundantes de la sociedad”, agregó.
En la audiencia participaron diplomáticos de Argelia, Islanda, Dinamarca, Lesoto, Palestina, Sierra Leona, Cabo Verde, Burundi, Malta, Suiza, Pakistán, Zambia, Noruega, Kuwait, Burkina Faso, Uganda y Jordania.
El pontífice se dijo preocupado por la difusión de este fenómeno, que involucra a todos los países -inclusive a los desarrollados- y afecta a las personas más vulnerables de la sociedad.
Constató que este crimen a menudo está relacionado al comercio de las drogas, de las armas, al transporte de migrantes irregulares y a la mafia.
Urgió a una toma de conciencia común y una más decidida voluntad para lograr vencerlo, por eso estableció que se requiere un “profundo examen de conciencia”.
Y cuestionó: “¿Cuántas veces toleramos que un ser humano sea considerado como un objeto, expuesto para vender un producto o para satisfacer deseos inmorales?”.
Replicó que la persona humana nunca debe venderse o comprarse como una mercancía; precisó que quien la usa y la explota, también indirectamente, se vuelve cómplice de esa explotación.
“Quienes tienen buena voluntad, que sean religiosos o no, no pueden permitir que estas mujeres, hombres, niños sean tratados como objetos, engañados, violados, a menudo vendidos varias veces con fines distintos y al final asesinados o arruinados en el físico y en la mente”, indicó.
“Exhorto por lo tanto a la comunidad internacional a hacer aún más eficaz la estrategia contra la trata de personas para que, en cada parte del mundo, los hombres y las mujeres no sean jamás usados como medios, sino que sean siempre respetados en su inviolable dignidad”, apuntó.
